El acero galvanizado sigue siendo una opción popular aunque hay que tener en cuenta varios factores antes de elegir este material u otro.
¿Qué es el acero galvanizado?
Es un tipo de acero que ha sido recubierto por una capa de Zinc para protegerlo de la corrosión. El Zinc actúa como una barrera protectora entre el acero y el entorno por lo que lo hace muy útil ante la corrosión. Sin embargo, cuando el acero galvanizado está expuesto al oxígeno y la humedad del aire, la capa de Zinc se oxida en lugar del acero interno, por lo que le ayuda a preservar la integridad estructural y prolongar su vida útil.
Su uso es muy variado: Estructuras metálicas, condustos de ventilación, paneles de cercas, techos, etc.
¿Se puede oxidar?
Aunque el Zinc proteja al acero se puede oxidar por varias razones:
- Daño en el recubrimiento de ZINC: Si el zinc se daña o desgasta el acero subyacente quedará expuesto al oxígeno y humedad, por lo que puede provocar la oxidación.
- Ambientes agresivos: En ambientes muy corrosivos como zonas de altos niveles de salinidad en el aires o entornos inductriales con productos químicos agresivos el Zinc puede deteriorarse.
- Humedad: La humedad, concretamente la condensación, puede acelerar el proceso de oxidación. También cuando la humedad permacene atrapada durante periodos prolongados.
- Reacciones químicas: Muchas veces, se pueden dar reacciones químicas que perjudiquen al recubrimiento de Zinc dando como resultado la aparición de óxido.
¿Cuántos años aguanta el acero galvanizado?
Como hemos podido ver, el acero galvanizado se oxidará dependiendo de varios factores. Por lo general, una pieza de galvanizado a la interperie en condiciones normales puede durar 20-30 años, en algunos casos incluso 50 a 100 años. Serán las condiciones del entorno y el tipo de uso el que disminuirá esa duración.
Aunque el galvanizado es un material hecho para durar, se pueden dar casos en los que se oxide más rápidamente, por eso es muy importante conocer su uso y valorar si adquirir galvanizado o acero inoxidable.